martes, 15 de octubre de 2013

La historia de un poema de Álvaro Mata Guillé


Álvaro Mata Guillé



Sobre Debajo del viento


por Álvaro Mata Guillé*

(Especial para El Desaguadero)

De pequeño, cuando todos dormían, en la penumbra de mi cuarto escuchaba la radio, tratando de sintonizar emisoras de países lejanos, los que aparecían escondidos entre las voces distorsionadas de los locutores. Imaginaba –envuelto en el misterio que se diluía en lo lejano– otros lugares, otro tiempo sumergido en el tiempo, otras historias, preguntándome cómo llegar a ellos, cómo eran sus parajes, qué ocurría en sus veredas, en los callejones perdidos en las ciudades, tratando de escuchar las voces, también perdidas, que pernoctaban en las aceras. La sensación, que me provocaba el vislumbre de lo lejano, reaparecía al ver el brillor de las luces, de las casas parpadeando en la oscuridad, adentrándose en las montañas, intentando deletrear lo que ahí ocurría: el origen de su origen, la simultaneidad de espacios que se concatenaban, las historias de otras historias que daban forma al aquí y ahora. Las sensaciones se transformaron en preguntas, en lo incierto, que como un laberinto, iba al pasado en busca de respuestas procurando darle un rostro al presente, incertidumbres entrelazadas por un eje común que las nutría, que las hacía ser: la sensación de extrañeza, de ajenidad, el saberse solo en tránsito hacia el abismo –la noche que persigue la noche– confundiendo la nostalgia mezclada a la niebla –a las nubes, a la lluvia, al viento–; diálogo

constante con las sombras, con los muertos, indagando con los ecos quiénes éramos, de dónde veníamos, cuál era la historia que nos poseía habitándonos, desnudando nuestra identidad, el inicio que nos llevó a ser. 

No es fácil responder qué motiva lo que escribimos, se suman muchos intentos por saber qué somos, confrontando el límite, lo que percibimos o imaginamos, la necesidad de ser convertida en necesidad del existir. Debajo del viento, como la simultaneidad de murmullos que se esconden en las luces en las montañas, entre los cercos en los montes, es un escenario de múltiples escenarios, preguntas que llevan a otras preguntas: la transitoriedad, el reencontrarse buscándose siendo otros, nuestros mitos, nuestras derrotas. 






«qué soy

¿aire

que se diluye en viento?

¿viento

que deletrea el aire?

¿valle

por donde corren

los muertos?»


Fragmento del libro: Debajo del viento, de Álvaro Mata Guillé.





*Álvaro Mata Guillé (Costa Rica, 1965). Es director de teatro-danza, ensayista, investigador, dramaturgo y poeta. Desde 1998, se desempeña como Director General del Simposio Internacional Libertad y Poesía. Dirige asimismo la revista Hoja en blanco y el sello Aire en el Agua Editores. Es Subdirector del Laboratorio de Investigación del Cuerpo en Escena y Director del grupo Baco, de danza-teatro. Como tal, ha dirigido, entre otras, las obras La Señorita Julia, de A. Strindberg (1997/1998), El jardín de las delicias, de Fernando Arrabal (1998), una adaptación del poema “Pasado en claro” de Octavio Paz (1998/1999/2000), una adaptación del poema “Cuadernos del destierro” de Rafael Cadenas (2001/2002). De su propia autoría ha dirigido Escenas de una tarde, en repertorio desde 2002 y en gira por Latinoamérica. Entre sus libros de poemas merecen mencionarse: Intemperies, junto a Norberto Salinas y Marta Royo (Ed. Aldus, México D.F., 2005), Escenas de una tarde (Ed. Lunes/Literatura Digital, San José de Costa Rica, 2004/2005) y Debajo del viento. Ha publicado además el ensayo El laberinto disperso (Editorial Alambique, San José de Costa Rica, 2005).




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